viernes, 30 de octubre de 2009

Fábulas y confabulaciones


Astros, tarot, remolinos reposados de café, vísceras, poderes regios y otros signos adivinatorios están confabulados para que un servidor no tenga buenas expectativas sobre la vida. Aun así, sigo vivito y coleando, echándole buen humor y demasiadas esperanzas, que para eso vivimos dos días y uno de ellos trabajando… Así que, con estas confabulaciones del futuro y un brindis por la vida, les dejo con una fábula rimada de Félix María de Samaniego, autor que bien vale un tributo a las letras castellanas. Buen fin de semana.
*
Entre montes, por áspero camino,
tropezando con una y otra peña,
iba un viejo cargado con su leña,
maldiciendo su mísero destino.
Al final cayó, y viéndose su suerte
que apenas levantarse ya podía,
llamaba con colérica porfía
una, dos y tres veces a la Muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto,
la Parca se le ofrece en aquel punto;
pero el viejo, temiendo ser difunto,
lleno más de terror que de respeto,
trémulo le decía y balbuciente:
”Yo… señor… os llame desesperado;
Pero… -Acaba: ¿qué quieres desdichado?
-Que me cargues la leña solamente”.

Tenga paciencia quien se cree infelice;
que aun en la situación más lamentable
es la vida del hombre siempre amable:
el viejo de la leña nos lo dice.

Felix María de Samaniego
El viejo y la Muerte.
En: Fábulas morales.
1986. Madrid: Busma.
Ilustración: Gustavo Aimar

1 comentario:

Mónica dijo...

Gracias por estas letras. Disfruta el fin de semana.

Mira las palabras que encontré en un libro: Gracias: palabra mágica, mágica porque abrirá todas las puertas y cerrará con delicadeza las que debían cerrarse. Las uno a las tuyas. Es un gesto de amabilidad que hace que seamos más humanos.