viernes, 13 de marzo de 2015

La suerte de las golondrinas


En cierta ocasión no sé quién me habló de la suerte de las aves, de sus designios y vicisitudes. También me dijo que, si una golondrina se encaprichaba del alero de tu tejado, la mala ventura te visitaría unos cuantos años… Quizá haya sido así, quizá sea una cuestión de apreciación, pero lo único que sé es que me encanta verlas surcar el aire en la bajura, como flechas de trayectoria caótica, cruzando sus vuelos, buscando la vida, encontrando el amor…

Vendrá el otoño y las golondrinas
se irán hacia lugares más templados,
siguiendo los senderos elevados,
envueltas en sus negras gabardinas.

Vendrá la primavera y, peregrinas,
regresarán con sus brazos alzados;
en los tejados sus nidos colgados
adornarán el friso y las esquinas.

Recuerdo cuando algunas se posaron
al pie de mi ventana en suave vuelo,
llamarón al cristal y se elevaron,

y sueño, cuando veo azul el cielo,
que vuelven las que a Bécquer visitaron
trayéndome el amor que tanto anhelo.

Margarita Souviron.
Golondrinas.
En: La suerte de las aves.
Ilustraciones de Sofía León.
Ganador del VII Premio de poesía para niños “El príncipe preguntón”.
2014. Granada: Ediciones Diputación de Granada.


1 comentario:

C de cuentos dijo...

¿Quién no va querer asomarse a este maravilloso libro después de leer esta entrada...?